lunes, 9 de noviembre de 2009

¿Por qué cuesta tanto?

Es algo que me pregunto desde siempre.
Estos días, las listas que suelo frecuentar fueron invadidas por la promoción de un corto uruguayo llamado "Ataque de Pánico!", el cual muestra el ataque a la ciudad de Montevideo por parte de robots gigantes y verdaderos enjambres de navecitas.
Hay que reconocer que los muchachos realizaron un trabajo técnico prácticamente impecable, y no sé qué piensan mis amigos eternáuticos, pero esta gente bien podría realizar los efectos de esa película que nos esquiva una y otra vez. Señores, por favor no se ofendan, me saco el sombrero ante la calidad de vuestro trabajo, se sacaron un muy bien diez en técnica y efectos digitales...
Pero, ¿y la historia?
Puede (seguro) que a muchos les guste simplemente ver la calidad y la acción de esas imágenes. A mí no me convence. No porque el resultado no sea el deseable, sino orque no dice nada, no es mucho más que un catálogo de efectos. Casi perfectos, envidiables verdaderamente, pero no no mucho más que eso.
Y eso me llevó a pensar otras cosas, como que muchas veces es al revés: la historia es muy buena, pero quien la lleva a cabo no tiene la pericia suficiente como para que el resultado sea maravilloso.
¿Por qué nos cuesta tanto juntarnos, ver un poco más allá de nuestro propio ombligo?
Un excelente ejemplo de las buenas compañías es mi amigo Fraga, que se nutre de todo lo que anda dando vuelta, y que a su vez alimenta con ilustraciones de cuentos, estimula, promueve.
Me gustaría ver un poco más de colaboración entre ls distintas facetas del arte. Sin límite de técnica, ni de fronteras. Me parece que esa colaboración que no terminamos de concretar, si la logramos, será extremadamente maravillosa.

domingo, 1 de noviembre de 2009

Se acabó el 2009

¡Cómo rompe este tipo con El Encarrilador!
Bueno, el asunto es que en esta nueva etapa (ejem) ya terminé el año.
Como sabrán (bueno, supongamos que lo saben) el Enca volvió a publicarse, luego de un largo hiato, el primero de Julio de este 2009 y en su tira 392. Desde entonces volvimos a publicar una tira semanal mientras yo cambiaba mi metodología creativa. Sumemos un colectivo (¡qué buenos bondis que tiene ahora la línea 19!), dos horas de viaje hacia y desde uno de mis trabajos (una para cada lado, a veces algo más), lápiz, goma y cuaderno (en vez de escribir el guión directamente hago los bocetos que ya les mostré) y las ganas de llegar a unos guiones que en su momento ideó Ale Alonso y que siguen sin ser dibujados, y tendremos como resultado, hasta hoy, noventa y tres tiras nuevas. Del boceto a la tira final puede haber cambios, y un paso a través de los dos programas cabecera para la creación de la tira (CorelDraw! y PhotoShop, en dos versiones bastante viejas pero que a mí me vienen al pelo), lo que hace que tenga un montonazo de borradores y una cantidad bastante menor de tiras listas para publicar, pero que al ritmo que estoy llevando ahora se mantiene o aumenta constantemente. Es así que acabo de entregar, ayer, la primera tira del próximo año (si cumplimos con el cronograma de publicación, es claro). Si es así, la primera tira del 2010 será la número 428, llevará por nombre "Preocupación de madre" y la podrán ver el 3 de enero próximo (porque, como dije en la entrada anterior, volvemos al ritmo de dos tiras semanales).
Mientras pueden ver qué pasa cuando el Enca trata de despedirse de sus anfitriones MEV y Gaspul.

martes, 27 de octubre de 2009

Vuelve el 2 x 1

Cortita y al pie.

Desde esta semana (o a mas tardar la próxima) El Encarrilador vuelve a salir dos veces por semana, los miércoles y los domingos.
Festejando, va el detalle de unas pruebas de color sobre un borrador (que pertenece a una tira de un futuro... ahora menos lejano).

martes, 6 de octubre de 2009

La prueba del delito

Bueno, no todo tiene que ser perfecto en la vida. Las fotos salieron algo movidas, pero creo que se ven bastante bien.

En esta primera estoy cometiendo una atrocidad: estoy autografiando la obra (aunque ésta no hizo nada malo como para merecerlo). Pero bueno, hay veces que el glamour se impone.



Aquí abajo, el ganador del sorteo (Claudio Amodeo) se lleva lo que muchos envidiaron: un portarretrato donde colocar varias fotos familiares.



Claudio, si la ilustración no te va... ¡sorteala el mes que viene! :)

sábado, 3 de octubre de 2009

Axxón, Cuasar, Tertulia, ¡Bingo!

Los últimos días vinieron moviditos.
La semana pasada, después de una suspensión por cambio de lugar de encuentro, pudimos juntarnos a festejar el cumpleaños número 20 de la revista Axxón. Lo hicimos en una pizzería de la calle Corrientes, en plena city porteña. Allí nos juntamos alrededor de las 18:00 del domingo 27 de septiembre y charlamos un rato largo sobre las cosas que nos gustan y, por supuesto, sobre Axxón.
Estuvieron, claro está, Eduardo Carletti y Gladys Canizzo, papá y mamá de la cumpleañera.
También estuvieron, entre otros, Claudia De Bella, Ricardo Giorno y señora, Laura Ponce y Martín Ramos, Silvia Angiola (con quien estuvimos hablando de cine), Jorge Korzan, Alejandro Alonso, Néstor Darío Figueiras, Gustavo Villada y Carlos Ferro y su pequeña hija Helena (nombro a los que recuerdo porque charlaron conmigo, pero estoy seguro de olvidarme de algunos, así que perdonen). De la que no me quiero olvidar, aunque esté lejos, es de mi amiga Laura Nuñez, que desde Japón (o Nueva Zelanda, o donde haya estado en ese momento esta hormiguita viajera) se ocupó de decir presente y participar todo lo posible a la distancia.

Eso fue el domingo pasado. Ayer, como cada primer viernes de mes, nos juntamos en el Banchero de Once para celebrar una nueva Tertulia CF de Buenos Aires. Resulta que hacía rato que andaba con ganas de llevar algo para regalar, así que hice imprimir una de mis ilustraciones (el demonio que pueden ver en una de estas entradas), compré un marco (a instancias de Laura, mi esposa, que me dijo que era una grasada llevar el papel suelto, y tenía razón) y allí me fui, previa acción marketinera en un par de listas, a sortear el cuadrito. Y resultó ¿agraciado? Claudio Amodeo, quien volvió a casa con un buen soporte para colocar algunas fotos familiares, je. (Habrá foto de la entrega cuando mi amigo Alejandro Molina me la envíe, lo prometo.)
Y hablando de tertulianos, estuve charlando con Luis Pestarini, de Ediciones Cuasar, que me confirmó que los libros El día del Minotauro y Las islas del verano ya están en las librerías de Buenos Aires. Es muy probable, también, que antes de fin de año tengamos novedades sobre los títulos de esta colección. Por ahora, conténtense con leer esta nota de Elvio Gandolfo que se publicó en el diario Crítica.

Bueno, creo que por ahora ya está.
Nos escribimos.

jueves, 17 de septiembre de 2009

Ciencia Ficción y Filosofía

En mi viaje de hoy al trabajo leí con mucho interés y placer la entrevista a Teresa Pilar Mira de Echeverría en el número 3 de la revista Próxima. Es verdaderamente imperdible. De ella extraigo dos porciones (hay muchas más, por supuesto):


Para mí la Filosofía es Ciencia Ficción y la Ciencia Ficción es Filosofía. Los dos se dedican a romper los límites humanos. A quebrar esa ilusión llamada "realidad" que todos (humanidad e individuos) tejemos a nuestro alrededor. Son liberadoras a ultranza y bastante salvajes en su tarea.
Yo Creo que que la filosofía se ocupa de la parte teórica y la ciencia ficción de la parte práctica de la misma cuestión, como dos caras de una misma y exacta moneda.


Es cierto. Concuerdo. Yo estoy seguro de esto, que todos aquellos que crecimos bajo el influjo de la literatura especulativa de calidad que generaron los grandes autores del género (los clásicos y los más nuevos) determinan bastante mi visión del mundo en el que estamos inmersos. Política, religión, todo está embebido de ciencia ficción. Mis perspectivas de humanidad están felizmente contaminadas de CF.

Encuentro, más adelante:

[...] Leer (no simplemente descifrar palabras, sino leer de verdad) es como realizar un viaje, es una experiencia transfiguradora en un doble sentido: por un lado, el texto que estamos interpretando (así como se interpreta una pieza musical o como se vive un mito al recitarlo) muta bajo nuestro influjo, todo lo que sabemos, vivimos, creemos, dudamos, etc., afecta el modo en que lo entendemos y así, cuando leemos Pórtico, no leemos a Frederik Pohl sin más, leemos a “Pohl según Mira” o “Pohl según Ponce”, que son dos obras distintas a partir de un filón común (incluso cuando releemos un libro luego de un tiempo, la obra vuelve a cambiar por obra y gracia de nuestras nuevas experiencias acumuladas); pero así como la obra se ve afectada, del mismo modo nosotros nos vemos modificados. La lectura de una obra profunda como un buen relato filosófico o un buen texto de Ciencia Ficción (y el cambio está hecho ex profeso), se compara como un rito iniciatorio (no en balde la mayoría de la gente se acerca a la CF en su adolescencia) y quien cierra Duna o Ubik o 2001 tras leerlo, no es la misma persona que era cuando lo abrió por primera vez. Algo ha cambiado en ella, la lectura fue un viaje en toda la profundidad que este término implica.


Esto tiene que ver más con las interpretaciones de la lectura a través de las lecturas y experiencia previas y del momento (y tiene que ver con un comentario que hice en el blog Cronoelipsis de, quién más, mi amigo Ale Alonso).

No quiero agregar más, prefiero que vayan, consigan y lean la entrevista, que no tiene desperdicio.

miércoles, 16 de septiembre de 2009

Historias privadas, compartidas

Acá voy a copiarme un poco de una idea de mi amigo Alejandro Alonso. La diferencia es que él habla de sus novelas y yo de mi queridísima tira de historietas.

Me acabo de dar cuenta de que "El Encarrilador" ha nacido de madrugada. Revisando en las carpetas del disco rígido dedicadas a él encontré un documento fechado el Jueves, 08 de Abril de 2004 a las 03:09:02 a.m. Si, casi las tres y diez de la mañana. Empezo ese día y siguió algunos más (fue modificado por última vez el Viernes, 23 de Abril de 2004 a las 11:01:51 de la noche).
Y comienza asi:

El Encarrilador

El personaje
El Encarrilador es un ser enviado a este planeta para "encarrilar" la evolución en el planeta Tierra. Físicamente debe ser cómico, muy expresivo facialmente. Me lo imagino una mezcla de Marvin el marciano, Bob Esponja y Zim el invasor. Otra posibilidad es que sea parecido a Mike Wazowski, de Monster Inc.
Lo mandan a lo que teóricamente es una misión importante, pero en realidad es casi un náufrago, tierno y torpe. Llega en un momento que él considera equivocado, y está solo en el mundo. Es muy ocurrente.

Tira 1
Todos los cuadros:
Una escena panorámica del precámbrico, sobre la Tierra. Se ven volcanes, no hay vegetación alguna. Sí algunas olas.
Cuadro 1:
Un cartelito indica la era (precámbrico)
Cuadro 2 (ancho de 2):
Nadie ha marcado la faz de la Tierra. La vida bulle en el mar, pero aun no se ha animado a abandonarlo.
Cuadro 4:
Algo que presumiblemente cayó desde el espacio rebota en el suelo con un gran “¡Poing!”

Tira 2
Cuadros 1 a 3:
Algo que presumiblemente cayó desde el espacio rebota de cuadro en cuadro. Emite onomatopeyas que indican su naturaleza artificial. "¡Pling, ploing, plang!"
Cuadro 4:
La esfera cae por última vez y allí queda. Comienza a abrirse con un sonido "sifónico".
Cuadro 5:
Unas cejas y ojitos se asoman y observan.

Tira 3
Cuadro 1:
Las cejas y los ojitos se asoman un poco más para dejar ver la cabeza de El Encarrilador.
Cuadro 2:
Asomado medio cuerpo, mira hacia un lado y hacia el otro.
Cuadro 3:
Estira el cuello con cara de consternación. Se nota que traga saliva: "Glup".
Cuadro 4:
Encarrilador: Me parece que llegué demasiado temprano.


La idea inicial fue, también, que la tira fuese fácil de dibujar, con trazos simples, plana, que no me causara ningún problema llevarla adelante, porque el tiempo con el que siempre conté para hacer la tira fue verdaderamente escaso...

Craso error. El Enca se encarriló solito y rápidamente empezó a tomar volúmen (a mi manera, quizá sin justeza) a cambiar sus líneas (sí, es él quien manda), y en definitiva a hacer y ser lo que se le cantó. El asunto también fue que la idea inicial de hacer una tira a lo Clemente se fue yendo a algo que, desde mi idea y punto de vista, debe leerse de a varias tiras a la vez. Eso tiene un costo: hace que, a veces, encontrarse con sólo una tira no signifique nada.
Si a eso le sumamos que la necesidad de sobrevivir en nuestro bendito país hace que cada vez tengamos menos tiempo para nosotros mismos (léase trabajar mucho, pero mucho más allá de lo recomendable) de a poquito El Enca se fue apagando.
Y así me fui quedando y el 9 de marzo de 2008, justo con la tira 391, la historia quedó congelada, con el Enca vestido de pollera (o algo así) y discutiendo con un extraño dios pastafari (googleen si no saben qué es eso) mientras un pequeño monstruo amarillo llora casi al final del eje zeta de la tira, señora.

Parece que el año y pico de descanso valió la pena. Las cosas, cuando uno menos lo piensa, se encarrilan...
¿Qué tienen que ver Bob Esponja, un colectivo blanco y marrón (los colores de Platense, carajo!) y el desarrollo de sistemas?

Tal vez no sepan que yo vivo de desarrollar software (también soy docente, pero esa es otra historia). Bueno, ahora ya lo saben.
Resulta que apenas arranqué mis cuarenta y un años tomé una de las mejores decisiones de mis últimos tiempos y decidí cambiar de aire en cuestión laboral. Así que primero cambié las bobinas de acero por caños del mismo material (lo que me trasladó hacia otra zona de la Capital, aunque todavía cerca de esa zona que nos empeñamos en llamar el Centro) y, después de un par de meses, dejé de contar toneladas de acero para centrarme en gente que hace algo similar a nuestro amigo Bob (aunque fuera del agua y muy posiblemente no sean cangreburguers). De allí que, en vez de ir hacia el centro de la ciudad (un centro que está al costado, cerca del margen del Río de la Plata) viajando apretado en un subte atiborrado o en un colectivo también lleno, ahora tomo otro colectivo hacia otra zona cercana al río (y también cerca de mi querido Platense) hacia la otra punta de la ciudad, y yendo para Vicente López (un lugar que cada vez me gusta más, en especial desde que voy allí con mi señora y mis hijos más chicos a pasear y remontar barriletes). Resulta que hacia ese lugar, desde donde vivo, me llevan dos líneas de colectivo: una de ellas (la que ahora es blanca y marrón) tuvo la muy buena idea de renovar su flota con unidades mucho más cómodas que las viejas, y entonces el largo viaje de una hora se transformó en un buen taller de escritura y dibujo: un día compré un cuadernito liso de cuarenta y ocho hojas, un lápiz portaminas y una goma de borrar y me puse a "plantar" (entre caminos empedrados, giros y frenadas) las tiras que continúan la historia de mi socio dibujado. Ojo, que la tira ya había vuelto (el primero de julio de este 2009) porque me daba vergüenza haberla dejado congelada por tanto tiempo. Despacito, a un ritmo bajo de una tira por semana, pero resulta que esto de poder ir dibujando "a futuro" en el papel me está gustando, y si bien luego debo rehacer todo íntegramente porque la tira final se hace completamente usando elementos digitales, sin scaners ni nada parecido de por medio, puedo visualizarla mucho mejor que solamente guionándola, evitando el problema de replantear la tira cuando la escena planteada en el guión "no cabe" en el diseño de tira preestablecido, y que quiero mantener.

Se imaginarán lo que queda en el papel: no recomiendo un colectivo para realizar un trabajo fino, pero a mi me sirve y me divierte. No sólo dibujar la tira (también hago a tinta los "rectángulos" que contienen la tira, y para eso me compré una regla flexible): de repente veo a la gente, de ojito, mirando qué cornos estoy haciendo. Cuando son chicos los dejo ver un poco más: me iusiono en pensar que quizás alguno de llos llegue a casa y garrapatee un poco sobre un papel, que dibujar para el tujes no es grave y que si uno quiere expresarse no tiene que quedarse con las ganas (¿alguno sabrá el destino de esa cosa fea que ve en el papel?).

En fin... tenía ganas de festejar de alguna forma la vuelta del Enca, con la tranquilidad de que al menos en papel tengo para nueve meses más (a este ritmo, que seguramente aumentará) y elegí contarles estas cosas y así compartirlas.


Ya que insisten, aquí arriba les dejo una muestra del antes y el después de una tira.

jueves, 27 de agosto de 2009

Números redondos

Siguiendo con El Encarrilador, la tira acaba de alcanzar una marca que, si bien se tendría que haber dado hace algo más de un año, se dio ahora y lo considero importante.
Ayer, 26 de agosto de 2009, publicamos en Axxón su tira número 400.
Las cosas parecen ir volviendo lentamente a la normalidad: nuestro Enca ya está vestido casi como siempre, y parece que está decidido a hacer algo, después de mucho tiempo. Tiene algunas cuentas pendientes y parece que, esta vez, está encaminado a cumplirlas.
¿Podrá el Encarrilador encarrilar su camino, o vendrá alguien a encarrilarlo?

Pero no es el único número redondo: Axxón, a pocos días de cumplir un nuevo aniversario, alcanzará su número 200, ya con más de 18 millones de visitas a su portada. Y seguramente, antes de fin de año, superará la marca de los veinte millones, lo que no es nada poco para una publicación de su característica.

Así que El Enca y Axxón, juntos, están de festejo.
Súmense a esta fiesta, que están todos invitados.

miércoles, 1 de julio de 2009

Encarrile y vuelve

Por fin una buena.
¿Una buena? Bah, para mí sí.
Después de un año y pico, y luego de pensarlo varias veces, hoy se publicó la tira 392 de El Encarrilador.
No hay demasiado más para decir, salvo que estoy contento por su vuelta.
De paso, El Enca estrena su propia página en Facebook (no podía quedar fuera de este fenómeno web), donde posiblemente agregue cosas del backstage de la creación de las tiras y cosas que van a quedar seguramente fuera de los cuadritos. Y además estrena su propia cuenta de mail.
Esta tira va de regalo de cumpleaños para mi primo Ale Álvarez (je).

viernes, 26 de junio de 2009

Tristeza

¡Ufa!
Veo las últimas entradas y noto que sólo paso por acá para avisar que se murió alguien. Pero es lo que hay, je.

Todos los días se muere (y nace) gente. Pero por esa cosa de los medios en las noticias hay días que parece que son más de duelo que otros: por que hay un tsunami, alguna catástrofe inevitable, un accidente terrible (catástrofe tal vez evitable) o se muere alguna persona que, por alguna razón, es noticia.
Me enteré que ayer murieron cuatro personas con distinto nivel de publicidad: desde Michael Jackson (quien nunca se resignó a ser “afroamericano” y, para muchos, muerto desde hace tiempo) y Farrah Fawcett (una linda mujer que supo brillar hace unas décadas y que en los últimos tiempos apareció luchando contra una terrible enfermedad).
Ayer mismo, además, acá murieron Andrés Cascioli (creador, ente muchas otras cosas, de la vieja Humor y tapista/caricaturista genial, uno de los tipos que mejor ejercieron el humor político de los últimos treinta años) y Guillermo Guerrero, creador de la Lúpin (y del personaje del mismo nombre... y muchos otros más). El primero por su valentía e inteligencia para enfrentar al Proceso de una manera que no pudieron resolver; el segundo, por hacer de la aventura y del humor sano un mundo completo.
Estos dos últimos sí que me dejan triste. Ambos marcaron distintas etapas o facetas de mi vida, y tal vez uno se da cuenta de lo que representan cuando se van para no volver (hoy estoy hecho para caer en todos los lugares comunes, pero es lo que siento).
Ambos, también, dejan un legado. Tal vez el de Guerrero sea más "tranqui", menos "interesante", pero muchos dibujantes de mi edad, y tipos que empezaron con la electrónica, aeromodelismo y otros hobbies "de pibe sano" le debemos algo. Pienso, también, que Guerrero mereció unos últimos años más justos: justo antes del número 500 de la La Lúpin, falleció su socio de toda la vida, Héctor Sídoli, y por alguna razón que desconozco los familiares de este último no permitieron (tal vez alguna diferencia legal) que la revista siga llamándose así. Y Guerrero salió con la Pinlu...
No me gusta decir "se están muriendo todos", porque la muerte es algo natural y, por suerte, también "se están naciendo otros todos". Pero no quería dejar pasar la oportunidad de darles las gracias por última vez y mi peque;o homenaje a estas dos personas que de una manera u otra me marcaron.

martes, 21 de abril de 2009

Don Gregorio

Parece que se está yendo alguna gente. Este fin de semana se fueron Ballard, y alguien menos conocido por el común de los lectores de Ciencia Ficción pero sí valioso en la ciencia local y por qué no del mundo. Me acabo de enterar por una noticia que me llegó por el servicio de mensajería del diario La Nación.
Si no saben quién fue don Gregorio Klimovsky, vayan y lean como lo hice yo.
Voy a escribir una frase muy trillada: ¿Qué nos pasa a los argentinos (que sabemos quiénes son los científicos de allá afuera, pero que generalmente desconocemos a los nuestros)?
Claro, la ciencia local no es noticia, salvo como curiosidad. ¿Quién, del común de la gente, apoya a nuestros científicos? ¿Qué programa caza talentos y los beca para que se desarrollen?
Claro, ya sé: estamos demasiado ocupados candidateándonos testimonialmente como para estar pensando en nuestro país como patria.
Así nos va.
Don Gregorio, no tuve la dicha de conocerlo, aunque reconozco (aunque sea de nombre y un piquitín de trayectoria, a algunos de sus discípulos). Aún así le dedico mi tardío afecto y brindo porque la ciencia argentina (y los argentinos en general) encontremos la forma de hacer las cosas bien, de una vez por todas y para siempre.

domingo, 19 de abril de 2009

La espalda de las cosas

Cuarenta y uno. Cumplidos. Gastando cuarenta y dos desde hoy.
Y los arranqué medio caliente.

¿Por qué?
Hace unos días apareció en varias listas (en la de Axxón seguro) un comentario a una nota que (otra vez) hace referencia al "cuento más breve del mundo".
Esta nota dice que Wired, "hace unos pocos meses" (noviembre de 2006 no me parece que sea "hace poco") convocó a escribir minificciones recordando aquel "For sale: baby shoes, never worn" de Ernest Hemingway. Y sigue la perorata transcribiendo varios ejemplos, y haciendo referencias a otros ejemplos, comparando la literatura americana con la "otra" literatura americana: la del sur del continente.
Esto hubiese quedado ahí si, después de varias idas y vueltas entre varios colisteros, alguien no hubiese saltado con que el autor (un señor llamado Eduardo Berti) es, aparentemente, un académico. ¡Fue amigo de Borges! ¡Ganó premios en Europa!
Pero parece que vive en un placard: aparentemente no se codea con la gente, se rodea sólo de otros académicos, ¡no usa Internet!
Bueno, si llegó a ser amigo de Borges posiblemente sea un hombre mayor; tal vez no pueda leer bien y tal vez leer de la pantalla le sea imposible.

¿Entonces?

Entonces es que, la verdad, me tienen bastanta inflada la paciencia con la "opinionibilidad" de estas personas, que hablan sin conocer y ocupan espacios que, ya, deberían ocupar otros. ¿Cómo puede ser que salgan "prestigiosas" antologías de la ciencia ficción argentina o latinoamericana que no contengan obras de los autores crecidos de los noventa para acá, y sigan publicando cosas de los setenta? ¿Cómo puede ser que se hable de autores bastante mayorcitos (cuando no muertos) y muchas veces dedicados a otras literaturas, cuando hemos tenido varios UPC en esta punta del continente? De no ser por el arduo y continuo laburo de unas pocas personas que, curiosamente, salen del fandom, el académico mundo de las letras sigue hablando de nuestra literatura fantástica solamente porque tiene boca... cuando habla. No está mal recordar a estos autores y disfrutar nuevamente de sus obras (yo sigo sin entender cómo "La invención de Morel", por nombrar una obra que a mí me gusta mucho, no forme parte de la literatura obligatoria en las escuelas secundarias argentinas?
¿Ven? Acá hay un ejemplo de un GRAN tipo que nunca se la creyó, y que siempre se mantuvo cerca nuestro: Adolfo Bioy Casares. ¡Y eso que él también fue amigo de Borges!
Decía (perdón por ladisgresión) que no está mal honrar a estos autores, pero creo que deberían salir del frasco y ver qué pasa allá afuera.

La verdad, creo que no necesitamos de ellos, los académicos, sino que ellos necesitan de nosotros si no quieren morir encerrados en un frasco adornado de encajes. Pero da bronca ese ninguneo gratuito y generalmente basado en ignorancia académica. ¿Nunca se va a tomar en serio el trabajo del mundo "no académico"? ¿Cuándo van a salir de ese frasco? Por tomar un ejemplo foráneo, Dick tuvo que morirse para que se den cuenta de lo valioso de muchas de sus (muchísimas) obras, de su perturbadora visión de nuestra realidad. Y así con muchos.
Yo opino que así como la vida, la literatura muchas veces la hace la gente de la calle. No sólo la que escribe, sino también la que la habla, la moldea, la deforma, la vuelve a formar. La que va y elige un libro, lo compra, lo consigue, lo lee "de ojito" en un tren o de prestado.
Así se hacen las historias, nacen nuevos mitos, nuevas ideas y formas de decirlas. No hace falta que venga un académico a darle validez. Cuando él llegue siempre verá la espalda de las cosas, desde atrás, estudiándolas cuando ya hayan pasado.

domingo, 29 de marzo de 2009

Chau portada, hola portadas

Hoy leí en La Razón una nota titulada "¿El fin del Arte de tapa?", firmada por Romina Smith. Esta nota de opinión habla sobre el futuro del Arte de tapa en los discos y su posible extinción de la mano de los nuevos canales de distribución. Habla también de cómo se fue adaptando este medio de expresión a los cambios sufridos por el "soporte" del arte sonoro.
¿Quién no recuerda una tapa de disco en especial? ¿Quién no asocia determinada imagen con una canción, un disco o una banda? Yo, por ejemplo, veo un rayo de luz que pega en un prisma y se abre en un abanico de colores, todo sobre un fondo negro, y escucho a Pink Floyd. Hay miles de ejemplos, cada uno tendrá el suyo o los suyos.
Lo importante, creo, es que la cosa no se va acabar. Hay un error conceptual en eso, el error de pensar que uno trafica átomos, cuando la música es básicamente información... y el arte de tapa también.
Digo, nomás, y más viendo la forma en la cual uno hoy busca y reconoce la música en los distintos reproductores, que uno no sólo no va a prescindir del arte de tapa, ¡sino que lo va a necesitar!
¿Se imaginan buscar una canción, entre cientos o miles, y tener que buscarla por nombre en esta época de imágenes? ¿Quién no se tienta con un iPod o similar (lo tengas o no) cuando recorre la pantallita con el dedo y ve las tapitas deslizándose?
¡Vamos! Yo no quiero más arte de tapa, ¡quiero arte de tema!
¿Por qué no? ¿Acaso no hay videoclips? ¿No les gustaría tener una imagen que represente eso que estás escuchando?
Yo sí, yo lo quiero. ¿Cuánto puede encarecer si no tengo que imprimir nada? ¿Cuánto puede dar de valor agregado?
Las posibilidades se expanden, difícilmente se acorten en esta era digital.
Hay que imaginárselo, nomás.

viernes, 27 de febrero de 2009

Aforismo 1

Existe un mundo mejor: en él no hay computadoras

viernes, 6 de febrero de 2009

¿Viejo dicurso?

Hola. Soy Severn Suzuki, representante de ECO (Environmental Children’s Organisation), Organización Infantil del Medio Ambiente. Somos un grupo de niños de 13 y 14 años de Canadá intentando lograr un cambio: Vanessa Suttie, Morgan Geisler, Michelle Quigg y yo. Nosotros mismos recaudamos el dinero para venir aquí y decirles a ustedes, adultos, que tienen que cambiar su forma de actuar. No he venido aquí a hablar de mis objetivos. Lucho por mi futuro.

Perder mi futuro no es como perder unas elecciones o unos puntos en el mercado de valores. Estoy aquí para hablar en nombre de todas las generaciones por venir. Estoy aquí para hablar en defensa de los niños hambrientos del mundo cuyos lloros siguen sin oírse. Estoy aquí para hablar por los incontables animales que mueren en este planeta porque no les queda ningún lugar adonde ir. No podemos soportar no ser oídos.

Tengo miedo de tomar el sol a causa del agujero en la capa de ozono. Tengo miedo de respirar el aire porque no sé qué sustancias químicas hay en él. Solía ir a pescar con mi padre a Vancouver, mi hogar, hasta que hace unos años encontramos un pez lleno de tumores. Y ahora oímos que los animales y las plantas se extinguen cada día, desvaneciéndose para siempre.

Durante mi vida, he soñado con ver las grandes manadas de animales salvajes y las junglas y bosques repletas de pájaros y mariposas, pero ahora me pregunto si existirán siquiera para que mis hijos los vean. ¿Tuvieron que preguntarse ustedes estas cosas cuando tenían mi edad?

Todo esto ocurre ante nuestros ojos y seguimos actuando como si tuviéramos todo el tiempo que quisiéramos y todas las soluciones. Soy sólo una niña y no tengo todas las soluciones, pero quiero que se den cuenta: ustedes tampoco las tienen. No saben como arreglar los agujeros en nuestra capa de ozono. No saben como recuperar los salmones de las aguas contaminadas. No saben como resucitar un animal extinto. Y no pueden recuperar los bosques que antes crecían donde ahora hay desiertos.

Si no saben como arreglarlo, por favor, dejen de romperlo.

Aquí deben ser delegados de gobiernos, gente de negocios, organizadores, reporteros o políticos, pero en realidad son madres y padres, hermanos y hermanas, tías y tíos, y todos ustedes son el hijo de alguien.

Aún soy sólo una niña, y sé que todos somos parte de una familia formada por cinco billones de miembros, de hecho por treinta millones de especies, y todos compartimos el mismo aire, agua y tierra. Las fronteras y los gobiernos nunca cambiarán eso. Aún soy sólo una niña, y sé que todos estamos juntos en esto y debemos actuar como un único mundo tras un único objetivo. En mi rabia no estoy ciega, y en mi miedo no estoy asustada de decir al mundo cómo me siento.

En mi país derrochamos tanto... Compramos y despilfarramos, compramos y despilfarramos, y aún así los países del Norte no comparten con los necesitados. Incluso teniendo más que suficiente, tenemos miedo de perder parte de nuestros bienes, tenemos miedo de compartir. En Canadá vivimos una vida privilegiada, plena de comida, agua y protección. Tenemos relojes, bicicletas, ordenadores y televisión.

Hace dos días, aquí en Brasil, nos soprendimos cuando pasamos algún tiempo con unos niños que viven en la calle. Y uno de esos niños nos dijo: “Desearía ser rico, y si lo fuera, daría a todos los niños de la calle comida, ropas, medicinas, hogares y amor y afecto”. Si un niño de la calle que no tiene nada está deseoso de compartir, ¿por qué somos nosotros, que lo tenemos todo, tan codiciosos? No puedo dejar de pensar que esos niños tienen mi edad, que el lugar donde naces marca una diferencia tremenda, que podría ser uno de esos niños que viven en las favellas de Río; que podría ser un niño muriéndose de hambre en Somalia; una víctima de la guerra en Oriente Medio o un mendigo en India.

Aún soy sólo una niña y sé que si todo el dinero gastado en guerras se utilizara para acabar con la pobreza y buscar soluciones medioambientales, la Tierra sería un lugar maravilloso. En la escuela, incluso en el jardín de infancia, nos enseñan a comportarnos en el mundo. Ustedes nos enseñan a no pelear con otros, a arreglar las cosas, a respetarnos, a enmendar nuestras acciones, a no herir a otras criaturas, a compartir y no ser codiciosos. ¿Entonces por qué salen afuera y se dedican a hacer las cosas que nos dicen que no hagamos?

No olviden por qué asisten a estas conferencias, lo hacen porque nosotros somos sus hijos. Están decidiendo el tipo de mundo en el que creceremos. Los padres deberían poder confortar a sus hijos diciendo: “todo va a salir bien”, “esto no es el fin del mundo” y “lo estamos haciendo lo mejor que podemos”. Pero no creo que puedan decirnos eso más. ¿Estamos siquiera en su lista de prioridades? Mi padre siempre dice: “Eres lo que haces, no lo que dices”.

Bueno, lo que ustedes hacen me hace llorar por las noches. Ustedes, adultos, dicen que nos quieren. Los desafío: por favor, hagan que sus acciones reflejen sus palabras.

Gracias.



Este discurso fue dado en Río de Janerio por Severn Cullis-Suzuki ante los representantes de la ONU y otros altos funcionarios durante el "Earth Summit" de 1992. En ese momento, ella no tenía más que 13 años, y me produce un enorme placer saber que personas tan jóvenes puedan tener tal claridad de pensamiento. También me causa mucha vergüenza, porque mientras ella es hoy activista ambiental, licenciada en biología evolutiva y ecología por la Universidad de Yale y ha estado involucrada en varios proyectos asociados a estos temas que en realidad nos involucran a todos. Ella está dedicando su vida a hacer de este mundo un mejor lugar para vivir.

¿Y qué hacemos nosotros, hoy? Yo, personalmente, hago muy poco más allá de preocuparme. Muchas veces pienso cuál es el mundo en el que están creciendo nuestros hijos. Muchas veces pienso si veré a mis nietos vivir en un mundo digno. Y generalmente quedo asqueado, avergonzado, decepcionado por nuestro accionar diario. Como argentino, como habitante de esta parte del planeta, donde casi todas las decisiones apuntan a mejorar el bienestar de pocos, a pesar de las banderas de justicia e igualdad social que esgrimen los últimos gobiernos que hemos tenido y tenemos (no me importa si es porque son poco imaginativos, ineptos, egoístas o porque están atados de pies y manos). Porque cada día estamos más apretados por el costo de vida, porque cada vez nos cuesta más mantener a nuestros hijos alimentados, educados y en un ambiente confortable, aún cuando yo, como ejemplo más cercano, dedico dieciséis horas diarias de mi vida en trabajar para darles alguna posibilidad de futuro. Porque vemos que en realidad nadie está preparado para llevar adelante un mundo lleno de seres humanos que buscan un placer engañoso e inexistente,y porque somos incapaces de pensar de forma diferente, más allá del hedonismo. ¡Consuman, compren, gasten!, gritan los medios, aún cuando nos castigan con una de las mayores crisis que pudieron existir hasta hoy a causa de un modelo agotado y las ansias irreflenables de unos pocos por acumular más poder político y económico. Todo esto me da mucha vergüenza.

Y también me da vergüenza que, como creadores de mundos imaginarios, muy pocas veces, en realidad casi nunca, seamos capaces de imaginar y crear un mundo mejor. No somos capaces de generar ideas positivas, ingeniosas, que posibiliten que otros tomen decisiones menos desacertadas. Porque somos incapaces de imaginar soluciones que vayan más allá de levantar la bandera de alerta y decir "somos una mierda".
¡Vamos, amigos escritores! Imaginemos, creemos, posibilitemos mejores ideas, soluciones pequeñas, parciales, insignificantes si se quiere, pero comencemos a hacer algo. Si no son nuestras manos, que sea nuestramente la que posibilite o al menos aliente a la creación de un mundo mejor.

Hay veces en las que pienso que el mundo necesita, implora por un nuevo avatar. Un líder que diga "vamos por aquí". Sé que esos líderes tan geniales y generales sólo podrían existir cuando el mundo parecía ser más pequeño. Hoy creo que estoy equivocado: ya existen esos líderes, esos avatares (posiblemente el término sea muy fuerte) que sean capaces de marcar un camino. Son cientos, miles de personas que con pequeños gestos indican qué hay que hacer. El ecosistema humano puede aprender de ellos, empezar a cambiar. Y quizá haya tiempo para llegar a ver el mundo que me gustaría imaginar para mis descendientes. Para todas las futuras generaciones. Muchas son ilustres desconocidos, y posiblemente nunca los conozcamos.

Voto para que aprendamos a verlos, a escucharlos, para que esa pequeña esperanza cobre fuerza, para imaginar que ya no es demasiado tarde.

Algunos links:

http://www.ecofactory.es/2007/10/blog-action-day-severn-suzuki-el.html
http://www.thegreatwarming.com/localhero-interviewsevernsuzuki.html
http://www.earthfocus.org/
También se puede encontrar su discurso en YouTube

domingo, 4 de enero de 2009

¡Arrancamos con todo!

Este fin de semana lo dedicamos a lo artístico. Ayer, apenas terminé con el demonio que vieron en el post anterior, seguí probando cosas y llegué a esto. La técnica fue utilizar principalmente luz y sombra, sin llegar a definir nada del todo, en especial porque sigo haciendo todo a fuerza de mouse. A Julián, mi hijo menor, le gustó tanto que le puso nombre. Hoy, luego de visitar el Museo Eduardo Sívori (si andan por Buenos Aires y les gusta la pintura se los recomiendo), le dí algunos retoques más y decidí publicarlo, pues es una forma de dejar de meterle mano.
Les presento, entonces, al Príncipe de los Magos.

sábado, 3 de enero de 2009

Nuevo año, vieja ilustración, nueva imagen

Empezó el año y se acercan las vacaciones anuales. Y con las vacaciones cercanas, ya que no nos vamos a ir a ningún lado, surgen las ganas de retomar algunos vicios. En algún momento ya conté que mi amigo Carlos Chiarelli me había pasado algunos links en YouTube donde se ve el desarrollo de trabajos de dibujo e ilustración pasado en cámara rápida, algo que fue denominado speed paint. De esa forma pude ver algunas técnicas de trabajo que yo ya conocía pero que no había utilizado, no al menos en los ultimos... ¿diez años?
El asunto fue que el primer día de este 2009 me puse a retocar una vieja imagen que había quedado de una forma que no me gustaba, un intento fallido, y le dediqué algunas horas. Y quedé muy satisfecho con el resultado, más cuando sigo haciéndolo con el mouse.
Espero poder probar, algún día, una tableta digital tipo Wacom. Mientras, les muestro cómo fue cambiando mi monstruo a lo largo del tiempo.

También, el que quiera, puede escribirme para que le envíe el resultado final para usar como fondo de escritorio.