Este fin de semana lo dedicamos a lo artístico. Ayer, apenas terminé con el demonio que vieron en el post anterior, seguí probando cosas y llegué a esto. La técnica fue utilizar principalmente luz y sombra, sin llegar a definir nada del todo, en especial porque sigo haciendo todo a fuerza de mouse. A Julián, mi hijo menor, le gustó tanto que le puso nombre. Hoy, luego de visitar el Museo Eduardo Sívori (si andan por Buenos Aires y les gusta la pintura se los recomiendo), le dí algunos retoques más y decidí publicarlo, pues es una forma de dejar de meterle mano.
Les presento, entonces, al Príncipe de los Magos.
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Hace 15 horas.