miércoles, 31 de marzo de 2010

De vuelta

La hago cortita.
Hoy, después de más de dos semanas, volvemos a publicar El Encarrilador en su espacio habitual dentro de Axxón.
Hay varias razones para este hueco (un problemita de salud propio y otro ajeno, de un familiar) pero también a causa de algo más mundano y menos importante. Como comenté en una entrada anterior, una de las máquinas familiares (la PC de mi hijo) murió. Al morir esa máquina, la que utilizo para crear cada tira del Enca tengo que compartirla con otras cuatro personas. Toda la familia, bah.
Pero gracias a Alejandra De Bonis y Carlos Ferro, que donaron una máquina que ellos ya no usaban, pudimos redistribuir los tiempos familiares.
Así que esta tira va dedicada a ellos. :)

sábado, 27 de marzo de 2010

Avatares de la vida

En su nuevo libro The Warcraft Civilization, el sociólogo William Sims Bainbridge sostiene que el juego en línea World of Warcraft presagia el futuro del mundo real.
Esto lo leí en una de las noticias que diariamente aparecen en Axxón pero por lo que estuve viendo son varios los medios a las que esta noticia les resultó interesante.
¿Por qué?
Básicamente porque trata sobre uno de los juegos colectivos más importantes hasta hoy, por las acciones y reacciones de sus jugadores en cuanto a lo social.
No voy a hacer aquí ningún estudio sesudo sobre esto, pero quiero transcribir aquí unos pocos mensajes que intercambié con Eduardo Carletti y Alejandro Alonso sobre este tema a través de la lista de correo de Axxón.

Dije yo: "Si bien no me pareció ni sorprendente ni muy sesudo (porque pienso bastante parecido a este sociólogo), me gustó la entrevista sobre World of Warcraft como experimento social. No es la primera vez que lo oigo, y oí de políticos que "practicaban" metiéndose a liderar en alguno de los clanes."

Ese "oigo" son noticias antiguas y otras notas que fui leyendo desde que el juego cumplió un año (¿cuántos van?). Y también osbre algunos otros juegos similares en cuanto al "planteo social". Y no juegos, tal el caso de Second Life.

A lo que Edu respondió: "Es MUY interesante lo que surge de la entrevista: son sociedades que están funcionando. Lo dice un sociólogo que estudia eso, escribió y está escribiendo libros, y según parece no es el único.
Lo que más me impactó es el concepto de la "inmortalidad" del personaje que delineó. Los avatares que se quedan sin su persona siguen ahí, deambulando, con las características de quien los definió. Y según dice este señor, la idea de las empresas de programación es hacer ese "deambular" (un alma en pena) más sofisticado, es decir, que el programa utilice lo que "aprendió" de la persona que jugó con ese avatar para hacer que el personaje adquiera una vida propia.
Imaginate una evolución de... digamos... 10 años, o 20 años.
Puede ser MUY interesante. De hecho, a  mí me despíerta ideas.
Aunque sea algo que desde la ficción ya se ha tratado, ahora hay una fuerte conexión con base real. Es decir, deja de ser especulación pura y muestra el comienzo del hilo de una madeja que podría adquirir una solidez muy real en el futuro.
"

Mmmm....
Bien quisiera estar dentro de la cabeza de Eduardo. Sabiendo más o menos como piensa eso debe estar MUY jugoso.

Y se prendió Ale, que agregó: "Coincido con Edu y Dany.
Lo primero que ayudó a virtualizarnos fue el lenguaje oral (imaginen a los primeros hombres contando las hazañas del abuelo alrededor del fuego). Las palabras creaban avatares (ya que la persona no estaba presente). Era una virtualización no interactiva, como la de los libros luego, con el lenguaje escrito. Ese mismo lenguaje luego permitió una nueva clase de virtualización interactiva (imaginemos un intercambio de correo físico con alguien que no conocemos).
Pero hoy los avatares nos transforman en entidades nuevas, con una existencia compleja (y ahora empezamos a darnos cuenta que independiente), que interactúan de manera inmediata con otros avatares.
Es muy groso.
Me puse filosófico.
"

Uy, esto también está jugoso. En especial porque marca una pauta distinta de la virtualización: su sentido cultural y social. Y lo ato con algo que dijo William Sims Bainbridge en la entrevista que puede leerse en la nota: es necesario rescatar y mantener, como patrimonio de la humanidad, aquellos mundos que se van cerrando.
Explico a quienes no saben a qué me refiero: estos mundos son, a nivel informático, una base de datos. Esa base de datos guarda todo lo sucedido desde la creación de ese mundo y sus parámetros iniciales, que son configurables (es decir, un mundo es una instalación de World of Warcraft en un servidor determinado al cual se conectan los jugadores a través de la red), la aparición o nacimiento de cada jugador (con los parámetros que cada jugador quiso configurar desde una paleta más o menos limitada) y cómo ése avatar fue evolucionando junto con todos sus congéneres a lo largo del tiempo.
Es muy interesante para mí que se estudie un juego como estos como experimento social porque, en realidad, todos los juegos son fenómenos sociales, pero no muchos juegos permiten que dentro de sí mismos se creen otras sociedades con sus propias pautas y reglas que van evolucionando. Y que evolucionan, claro está, a un ritmo más rápido que las nuestras, en el mundo analógico.
Es muy interesante que se piense en estos mundos como necesarios de preservar como patrimonio de la humanidad. ¿Por qué no? Son la expresión de un elevado grupo de personas, en sus avatares, quienes juegan en parte vuelcan un poco de sí mismos, han creado cosas, ¿por qué descartarlo cuando no sólo podemos preservarlos, sino que además podemos hace que sigan viviendo por su cuenta?
Bueno, parte de eso es lo que se pretende: que aquellos avatares abandonados por sus jugadores pasen a formar el ejército de personajes no jugadores (personajes controlados por pautas de inteligencia artificial, no por una persona física) pero basándose en todo lo aprendido junto al jugador que lo manejó/al que representó.

Volviendo al mensaje de Edu, yo respondí: "Otra cosa interesante que en parte marcás es que son sociedades que funcionan con recursos limitados. ¿Será por eso que funcionan? ¿O todo es un espejismo porque en realidad no es más que un juego?
Yo dudo que sea así. Jamás jugué a WoW, pero en casa tengo tres jugadores bastante asiduos. He visto actitudes vandálicas de parte de algunos jugadores (como por ejemplo emboscar y matar a avatares de jugadores menos expertos, con menor nivel, para incrementar el propio). Y he visto cómo han reaccionado a estos ataques (por ejemplo, lo "fajan" en grupo y lo eliminan ("acá no se jode").
Yo estoy siguiendo otra línea de juegos, también sociales, donde no hay violencia (con la realidad me alcanza). Y veo que allí el cooperativismo funciona porque a todos les deja algo.
Son tendencias, pero en cierta forma estas minisociedades pueden servir para que aprendamos a vivir un poco más decentemente.
"

El juego al que me refiero es FarmVille. Quienes no lo juegan lo ven como algo tonto. De hecho, yo mismo lo veía así hasta que tuve la mala idea de empezar a jugarlo, principalmente por curiosidad. Rápidamente noté que exige, para jugarlo bien, un alto grado de intercambio y cooperación entre los distintos vecinos. El juego evoluciona en cuanto a lo que podemos hacer y en cuanto a lo que los creadores le siguen agregando (teóricamente el juego aún está en beta, aunque no tengo idea de la cantidad de jugadores que participan alrededor del mundo, un número que imagino alto). Y hay muchos más juegos similares (varios de la misma empresa productora, Zynga) lo que me dice que la cosa funciona.
Pero resalto eso: los jugadores, para ganar, deben trabajar en conjunto. Algo que venimos necesitando en nuestro complejísimo mundo real y que, por varias razones, parece que nunca alcanzamos.

miércoles, 24 de marzo de 2010

Los usurpadores de la ausencia

¿Cómo medir la ausencia?
Se puede medir lo que hay, sea contando (uno, dos, treinta mil) o con palabras que representan cantidades no enumerables (casi nada, algo, bastante, mucho, muchísimo).
Pero medir la ausencia es muy difícil, casi imposible. Uno puede saber quiénes están y quiénes no, pero la ausencia es mucho más que eso. Es un agujero sin fondo, una nada devastadora que carmome a su paso un montón de alternativas inimaginablemente poderosas.
No puedo juzgar la calidad humana de gente que no tuve el agrado de conocer, pero sí conozco la valía de unas pocas personas que sé que forman parte de ese enorme hueco en nuestra historia reciente. Y, lamentablemente, puedo medir la calaña de muchos de los que quedaron, esos a quienes les pagamos enormes sumas de dinero para que hagan lo imposible por no cumplir con el mandato para el que se han postulado y han sido designados. Ladrones. De nuestros bienes, de nuestro presente y de nuestro futuro. Los imagino en parte usurpadores de un espacio que de otra manera hubiese ocupado alguno de esos ausentes. Posiblemente esto sea mucho más perjudicial que cualquier otro camino que nuestra historia pudiese haber tomado.
Por el bien de todos mantengamos la memoria. De los que no están, de lo que pasó, de lo que nos quedó. Tal vez sea sólo una ilusión poder tomar todas las decisiones.
Pero seguramente merecemos un presente y un futuro mejor.

domingo, 21 de marzo de 2010

La yapa: la tapa

Hacer tapas de libros se está transformando en uno de mis placeres. Ya he contado en alguna vieja entrada cómo se dio esto, pero podemos decir que toda la culpa y responsabilidad debe recaer sobre Alejandro Alonso (y no insisto más). Debo agradecer a Luis Pestarini, que sigue confiando en mí para trabajar en las tapas de la colección de libros de Cuásar, y a Paula Ruggeri, la autora del libro El Jardín de las Delicias, por darme una idea para la ilustración (y ya es la segunda vez que lo hace).
Una de las ventajas que tengo es que puedo leer el material: para mí es imposible hacer la tapa sin conocer a fondo el contenido. Y si uno encima tiene la suerte de disfrutar del mismo, si la trama te inspira, bueno, así es mucho más fácil.
No quiero agregar mucho más, pero ahora que la tapa es de conocimiento público (el lanzamiento del libro ya fue anunciado), me animo a compartirla con ustedes.

jueves, 18 de marzo de 2010

Noticias de varios colores

Buenas.

Las cosas andan un poco abandonadas nuevamente por este lado. Las causas son muchas, por empezar eso que solemos hacer seguido, que es trabajar, y después algunas otras formas de despejar la cabeza, que por lo visto necesitaba para recuperar fuerzas creativas.
Intentaré hacerlo con calma, porque no lo quiero hacer ni muy largo, para no aburrir, ni muy desordenado, pero estoy en la cama, descansando la espalda, y con tiempo para desquitarme del abandono que sufrió este canal de comunicación: ¿Hay alguien del otro lado? ¿Alguien que no sea yo lee esto?

Y voy a ir del hoy para atrás, esperando no olvidarme de nada, pero seguramente habrá algún ida y vuelta, porque en estos últimos meses pasaron muchas cosas.

La mala noticia es que estoy con una lesión un poco tonta (una hernia de disco, ya encontrada después de años de decir "no tenés nada", pero que debo seguir investigando con algún especialista). Lo comento porque es bastante molesta y me saca las ganas de estar sentado dibujando (escribir puedo hacerlo en la cama, si es necesario, pero no es algo que ahora mismo me llame la atención). Sigo escribiendo mucho.... pero es código (programas de computadora) o material educativo.
Sin embargo, Febrero fue un mes extraño, ya que estuve presente en al menos dos medios:
En la revista Próxima, donde apareció un cuento mío, esta vez firmado a mi nombre (ya había aparecido en Axxón, pero con seudónimo), Se trata de "El recado cumplido", en el que utilicé 10 palabras elegidas por Jorge Luis Borges (un viejo ejercicio traido por Sergio Gaut vel Hartman a su Taller 7). Este tipo de trabajos me dio bastantes satisfacciones, porque otro par de cuentos que escribí y de los que más quiero fueron disparados por grupos de 10 palabras: "La Picazón" y "¡Rataplán!". Estas palabras fueron extraidas de listas encontradas en el blog homónimo.
Y ya que hablamos de Axxón, en Enero y Febrero salí varias veces: desde la tapa de este segundo número (realizada por completo con ta tabletita que me compré a fin del año pasado), algunas ilustraciones de cuentos y, como sin pena ni gloria, la aparición de un breve titulado "Rituales de la moda".
Lo curioso es que hoy recibí a través de la lista de Axxón (si les gusta la CF y no están anotados ahí corran a hacerlo) en siguiente mensaje, de parte de Ricardo Giorno:
Vino la maestra de lengua de 6to. grado de la Esc. Nº 1 - D.E. 17 y me trajo unas hojas tamaño carta, impresas a una cara.
El título ya me entusiasmó: "Antología de Ciencia Ficción 2010"
"¿Se lo vas a dar a tus alumnos?", le dije. "Sí, lo dejo porque los papis van a venir a encargarte los juegos"."¡¿Buenísimo! Por fin los pibes van a disfrutar algo entretenido en lugar de los plomazos que siempre dan". "Esa es la idea". Y se fue.
Y yo me fui directo al índice, tal como chancho a la batata, y ahí,  entre Bradburyes y Asimoves, me topé con "Rituales de la moda" del escritor argentino Carlos Daniel Joaquín Vazquez.

¿No está bueno?

Un abrazo
Ric
Claro que está bueno, es una alegría y una sorpresa, y me parece interesante que los maestros se ocupen de dar a conocer no mi obra, sino la CF como género LITERARIO y no cinematográfico, solamente, investigando y viendo qué sale. Seguramente esta maestra lee Axxón y ojalá pueda ponerme en contacto con ella y ese curso para saber qué le llamó la atención de ese cuentito como para incluirlo en la antología. Si a los pibes se les mueve algo al leerlos, si alguna maestra se toma el laburo de investigar e incluir material "no clásico" en su currícula, al final, parece que vale la pena.

Pero estas no son todas las cosas que pasaron en esos meses. Seguí trabajando con la tapa del nuevo libro de la colección de Cuásar ("El Jardín de las Delicias", de Paula Ruggeri, con lo cual Luis Pestarini comienza en esta colección con su apuesta local), que ya está en imprenta y muy pronto estará disponible. Esta imprenta es más exigente con la forma de entregarles el material, así que tendré que aprender más cosas de diseño editorial, algo que me interesa cada día más y a lo que me gustaría dedicarle algo de tiempo,

Otra cosa sobre la que quería escribir es sobre El Enca. Después de mucho tiempo, esta semana me atrasé. Por un par de razones logísticas y técnicas (se rompieron un par de PCs en casa y andamos escasos de medios informáticos, con las herramientas que uso para hacer la historieta en la única máquina disponible y que compartimos cinco personas) sumado a que no puedo estar mucho tiempo sentado más allá del obligatorio (y que es mucho tiempo diario), perdí el enorme buffer de tiras que habíamos creado (creo que llegamos a más de 20) y ahora estoy en cama y sin las tiras, ¡caracho! Pero El Enca sigue, y muy pronto estará de nuevo on line, sumando muy posiblemente su propio sitio (veremos cómo hacemos para coordinar con Edu Carletti, de concretarlo, la aparición de la tira en Axxón, en donde se estrenarán las tiras y seguirá todo tal como hasta ahora, porque Axxón es la casa principal del Enca, eso es claro y obvio). Así que el sitio será para comentar y hacer otras cosas, ya veremos.

Volvamos a Próxima, porque aunque llegué tardísimo pude acercarme a su fiesta de cumpleaños, donde me perdí la charla de la editora (Laura Ponce) pero que me sirvió para ponerme en contacto con varias personas y además hacerme del numerito del que ya les hablé. No se pierdan ni la tapa (magistralmente creada por Guillermo Romano en base a "El Eternauta" ni la entrevista a Francisco Solano López. ¡Ni el resto del material! Esta revista no sólo mantiene su calidad número a número, sino que mejora todo el tiempo. ¿Cuál será su tope? Sé que Laura tiene muchas ideas, así que no lo sabremos.

Otra revista importantísima que llegó a mis manos es Cuásar, con su número 49. No me voy a poner a hablar de la calidad de la revista, porque siempre es muy buena, aunque quiero que tengan en cuenta el título "Elefantes melancólicos". No sé qué puede decirles el título, pero no se lo pierdan, hagan lo posible para hacerse con su número de Cuásar (Axxón, Cuásar y Próxima, qué terna de publicaciones, un lujo total para la literatura fantástica argentina. Y eso que no nombro a NM, con lo que estoy siemdo injusto hoy, pero me debo la lectura de un par de números para hablarles con mayor certeza).

Sigamos.
Volviendo a Axxón, hay muchas, muchas cosas para leer. Desde los editoriales de Eduardo hasta los cuentos, uno por uno, pero yo rescato a un autor que en un primer momento no me gustó (en una antología armada por la gente de la Feria del Libro) pero que se me ha revelado como un grande, creativo y sorprendente. Ese autor es Saurio. Busquen sus cuentos y no se van a arrepentir.

Otros autores y libros que vengo siguiendo/leyendo: Ricardo Germán Giorno y Claudia Cortalezzi, quien me hizo llegar la antología armada por gente de uno de los talleres de Marcelo Di Marco (Cuentos de la Abadía de Carfax) Yo leí la segunda antología, pero hay más y ya sé quién será la antologisa de la siguiente... El asunto es que me dio muchas ganas de leer los demás, porque casi todos los cuentos me gustaron mucho (rescato uno, además de los de Claudia y Ricardo) llamado "Perras in the nai", del cual les debo el nombre del autor.

Estoy leyendo Talón de Hierro, de Jack London. Es un libro soberbio, muy distinto a lo que ya había leido de este autor. Se trata de una distopía que retrata muy claramente... nuestra realidad ¡ja! En fin... cuando lo termine les cuento. Por ahora es una mazazo en la cabeza. También estoy siguiendo la reedición y publicación en los kioscos de diarios y revistas de las obras del Gordo Osvaldo Soriano, a quien lamentablemente perdimos muy joven. ¡Qué manera de manejar los diálogos! ¡Qué manera de hacer creíble lo desopilante!
Un libro que tengo muchas, pero muchs ganas de leer es Tríptico de Trinidad, de Carlos Gardini.

Bueno, al final me extendí mucho más de lo que pensaba, así que la corto acá. No sea cosa que me quede sin material para otras entradas. Por ejemplo, no dije nada sobre otros blogs (¿no les nombré el de Ale Alonso, Cronoelipsis, ni Las Armas del Reino II, de Saurio? ¡Qué raro!).

La sigo en la próxima, la cama llama a la fiaca, y la verdad es que debo descansar.
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