domingo, 24 de septiembre de 2006

Diecisiete

Pareciera que sólo me gusta ponerle números a los títulos de cada entrada del blog.
Sin embargo, es que Axxón, hace unos pocos días (oficialmente el veintiuno, aunque creo que en realidad fue el diecisiete de septiembre) cumplió 17 pirulos.
Los cumple excelentemente, rebosante de salud, habiendo entregado un premio de nivel internacional (para cuento inédito) y publicando material de una calidad apabullante.
Hoy le hacemos la fiestita. Tal vez en unos días tengamos algunas fotos.

sábado, 16 de septiembre de 2006

Cuaaaatromillooonesss

Cortita:

La página principal de Axxón superó ayer, sábado 16 de setiembre de 2006, los cuatro millones de visitas desde que se puso el contador (enero del 2001).
En realidad son unas cuantas más, porque la página arrancó mucho antes y además el contador descarta visitas repetidas muy cercanas y otras cosillas.
Pero igualmente ver ese numerito ahí, cuando hace tan poco festejábamos el primer millón, me parece genial.
No sólo eso: esta semana (el lunes 11 de setiembre) hubo 15278 accesos en un solo día. Durante todo el 2001 se cosecharon 21220.
Ahora estamos cerca de las 100000 semanales.
Claro que Internet, hoy, no es lo mismo que hace unos años, pero igualmente los números impresionan.

Más cuando sé que el esfuerzo es hecho por muy pocas personas.

Por eso, mis felicitaciones para todos.

viernes, 15 de septiembre de 2006

¿Puente a un mundo mejor?

La primera vez aque escuché sobre Toni Ruttimann (a) Toni el suizo fue en mi lugar de trabajo. En su intranet promocionaban una charla/conferencia dada por él, a quien esta enorme empresa de la siderurgia mundial patrocina y ayuda.
¿Qué hace? ¿A qué se dedica? ¿Será músico, actor de cine, escritor de ciencia ficción?

Nada de eso. Toni construye puentes, generalmente colgantes, en los lugares más recónditos del mundo. Lo hace con materiales donados (cables y tubos de acero, por ejemplo) y otros propios del lugar (piedras de canteras cercanas, etc.). Para construirlos cuenta con la ayuda de los pobladores de la zona, gente a quienes muchos consideran inexistentes (o peor, a quienes ni se considera). Gracias a eso Toni tiende lazos de comuniación, promueve la unión de esos pueblos perdidos, mostrándonos que una fuerte labor solidaria no se ve impedida por retos que, en un primer momento, parecen imposibles.
Lo hace con ayuda, claro, pero por iniciativa propia, sin fines comerciales y viviendo de lo que le da el camino. Esa misma gente que pone sus brazos a la obra comparte con él su comida, su techo, el descanso. No construyó uno, ni dos, ni tres puentes. Lleva levantados más de trescientos alrededor del mundo, usando los materiales nuevos donados y lo que puede reciclar de lo que encuentra en la zona, como por ejemplo tuberías que alguna vez transportaron petróleo y que fueron abandonadas en la selva ecuatoriana.
Dicen que todas sus pertenencias caben en dos valijas, una de las cuales contiene sus herramientas.
Se me ocurre que debe ser un tipo feliz.

Y ustedes se preguntarán qué tiene esto que ver con Ser Axxonita.
Creo que mucho.

Toni el suizo dedica su vida a tender puentes. Sin estos puentes, cientos de miles de personas estarían aisladas unas de otras, o al menos más separadas, corriendo el riesgo de sucumbir al enojo de las aguas de ríos y arroyos "poco comerciales". Hay veces que un río en medio de una selva separa más que el océano.
Esto es de la vida, de la vida real, y mientras escribo la entrada que ustedes están leyendo siento algo de envidia por este hombre, un tipo con "los huevos bien puestos" y el alma entregada a sus pares.

Parafraseando a Chinchiya, compañera de Taller 7:
La ciencia ficción es la única droga que realmente expande la conciencia.

Claro que he encontrado casos como el de Toni en la ciencia ficción. Algunos tal vez indirectos, accidentales, como en el caso del relato Yeyuka , de Greg Egan.
Pero no sólo en la segunda palabrita del término ciencia ficción encontramos los ejemplos. ¿O acaso Axxón no ha tendido puentes entre nosotros en estos casi diecisiete años?
Claro que Axxón no ha salvado vidas, faltaba más (pero, ¿quién sabe?). Salvando las distancias, sí mantiene ese espíritu, ése que me hace creer que aún podemos tender puentes hacia un futuro y un mundo mejores.

¿Qué puente hacia un mundo mejor podemos construir nosotros?