viernes, 31 de diciembre de 2010

El Enca en la oscuridad

Como muchos de ustedes sabrán, estoy republicando las quinientas tiras de El Encarrilador que fueron editadas hasta este momento en Axxón.
Ya conté infinidad de veces cómo fue que empecé a editar El Enca, cómo fue pensada, y varias cosas más. Pero no demasiadas veces hablé de las distintas etapas por las que fue pasando la tira y por las que fui pasando yo durante su concepción, desarrollo y publicación.
Una de esas épocas fue aquella en la que pasan estas tiras. Recuerdo aquella época (fines del invierno de 2004) como una época (otra época más) muy movida en cuanto a lo laboral, casi sin tiempo para nada. Ha habido tiempos peores (o mejores, como se lo mire) donde me fue imposible dedicarle al Enca el tiempo que se merece. Y en ese entonces, recién empezada la tira, me daba mucha pena suspender.
Clemente y Bartolo, sintéticos
Siempre me habían llamado mucho la atención unas tiras de Clemente que el Maestro Caloi había hecho alrededor de la síntesis. Sin querer compararme a él (imposible) y dado que la necesidad tiene cara de hereje, decidí probar que podía hacer algo dibujando los ojitos y esbozando los globitos de diálogo. Y el resultado fueron las tiras publicadas en estos días (si no lo vieron, sigan el link de más arriba). Justo, en el medio, se dio la llegada de Septiembre, mes en el que Axxón cumple años. Así que ahí apareció la torta, y luego la vuelta a las sombras tras el soplar de velitas.
Tiempo, no tuve. Pero me divertí mucho.

martes, 14 de diciembre de 2010

El Parque del Olvido

Todo lo que viene pasando en mi país en los últimos días me hace acordar muchísimo a uno de mis libros de cabecera: Las Torres del Olvido, del australiano George Turner.
Allí, entre muchas otras cosas, existen unas enormes torres que acumulan una cantidad de gente espantosamente grande, gente sin ningún tipo de alternativa, sin futuro. Lo importante es por qué todas esas personas están allí. Y por qué se quedan allí, aún cuando la marea sube y se come los primeros pisos, dejando tras de sí mugre y pestilencia.
No tengo muchas ganas de ahondar en por qué me hace acordar. Tampoco creo que haga falta.
Muchos gobernantes (no sólo presidentes, es muy tonto pensar que ellos ejercen realmente todo el poder de gobierno y decisión) deberían darse una vuelta por al biblioteca y leer libros como este.
Como tantos otros.
Si todavía no entendieron y quieren saber por qué la actualidad me hace acordar a este libro, vayan al link de más arriba y tal vez entiendan.

jueves, 2 de diciembre de 2010

Esta tarde vi llover... zombies

Por culpa de "No para Innita", quien puso el título en algún mail y en una entrada suya en Flicker, no me quedó otra que recrear la canción de Armando Manzanero.

El día ayuda: está un poco para esto (lluvioso, nublado, gris, engañoso) y no pude resistirme. Así que en un breve recreo laboral, se los dedico con el amor que me caracteriza:
Esta tarde vi llover, vi zombies correr
y no estabas tú.
Vi la carne fermentar bajo luz azul
y no estabas tú.

La otra tarde vi que un ave engangrenada
daba picos a un muerto que caminaba
y no estabas tú.

Esta tarde vi llover, Vi gente correr
y no estabas tú.
Intentaban escapar, a alguien oí gritar.
Pero no eras tú.

Yo no sé si sobrevives
Si estás zombie o enterrada.
Sólo sé que vi llover, Vi zombies correr
y no estabas tú.

Igualmente, para hacer honor a la verdad (y a la historieta) todos sabemos que los zombies no corren. O al menos no lo hacen con estilo.