jueves, 21 de octubre de 2010

El original

Les había comentado que la tapa de Cuásar 50 fue confeccionada continuando y alterando un viejo modelo 3D hecho con POV-Ray. El mismo tenía un par de cosas que no me gustaban, en especial el rayo que baja de la nave y la nave en sí (que parece, creo, un velador). Pero sí me gustaban el ambiente, los dirigibles, y el resto del paisaje, incluyendo la iluminación.
Aquí está esa primera imagen:

domingo, 17 de octubre de 2010

Los 50 de Cuásar, "dominados"

Muchos (o algunos) de ustedes sabrán ya de mi relación con las tapas de la colección de libros de Ediciones Cuásar. Pero si bien colaboré en las portadas de El día del Minotauro, Las Islas del Verano y El Jardin de las Delicias, hasta ahora nunca había colaborado con la revista.
Esta era una ocasión muy especial: no todos los días una publicación en papel, temática (y de esta temática, Ciencia Ficción y Literatura Fantástica, tal como se presenta a sí misma bajo su nombre), logra alcanzar los cincuenta números.
Junto con Axxón, Cuásar es una publicación que ha influido mucho en mis lecturas y en mi forma de ver el género fantástico/especulativo, y desde que comencé a colaborar con el proyecto (gracias a la idea de Ale Alonso, siempre lo repito) me siento halagado de poder participar en las que considero las dos publicaciones más importantes dentro del género fantástico que se editan aquí, y seguramente de las más importantes en el mundo de habla hispana. Y así como Axxón es la publicación digital más importante dentro del género, pienso que Cuásar lo es dentro de las que se editan en papel.

Pero vamos a la tapa.

Para mí, hay dos formas de llegar a una portada: una es leyendo el contenido y haciendo una cuidadosa elección de qué motivo ilustrar para mostrar lo suficiente e invitar a la lectura, pero sin mostrar demasiado, develando así algún concepto clave de la historia. Ahora después del resultado, siento que eso es bueno para un libro, donde a mí, como lector, me gusta encontrar algo relacionado al contenido, pero que no deschave demasiado. Más en el mundo de la ficción especulativa y fantástica, donde hay muy buenos ilustradores, y muy buenos trabajos, de esos que uno ve y se le cae la baba por lo maravilloso.
Ese fue, entonces, el primer acercamiento: leer algunas de las historias que saldrán en el número y tratar de ilustrarlas. Así nacieron dos bocetos de ilustraciones, donde una de las dos fue descartada de plano (no conseguí mostrar lo que imaginaba al leer el comienzo de ese cuento memorable) y la otra avanzó bastante más pero, si bien estuvo en manos de Luis Pestarini para que la considerara, al final fue descartada.
Hubo, además, otros acercamientos. El primero de ellos fue continuar, mezclando, dos ilustraciones que había visto en los muy buenos bocetos de diseño de Marcelo Di Lisio (quien ideó la nueva identidad visual de la revista). No pasó de un borrador apenas escaneado, aunque seguramente la seguiré porque me resultó muy sugerente.
Por último, me quedaba otro acercamiento: los 50 de Cuásar. ¿Qué podía hacer que pudiera evocar los cincuenta números de la revista? Imaginé hacer algo con las 50 tapas, pero iba a necesitar un trabajo de recolección que no podía encarar. Pensé en una frase de Luis con respecto a esta ocasión: "algo como el logo de la Fox", que él dijo como broma hace unos meses, pero de la que tomé nota mental. Recordé el número anterior, en cuya tapa se ve, a la orilla de un río, una enorme torre... de ajedrez. Y estaba el número 50...
A mí me gusta jugar con el número de la publicación. Si ustedes se fijan, casi todas las tapas de Axxón que hice hasta ahora (al menos desde la 119) incluyen, en algún lugar de la ilustración, el número en cuestión. ¿Cómo incluir el número 50 dentro de la ilustración de manera visible, pero sin que molestase?
Y ahí se desencadenó todo: la torre de la tapa 49 de Cuásar y la forma en la que la misma fue aparentemente confeccionada (un render 3D), algo grande, según la sugerencia de Luis, el número 50. También otras cosas: un ícono importante de la Ciencia Ficción es el monolito de 2001, odisea del espacio., y, si bien suele confundirse, las marcas en los sembrados que aparentemente dejarían algunos ovnis suelen confundirse con algo de Ciencia Ficción.
Así que ya tenía algunos elementos: Un enorme sembrado, un monolito, un 50, algo que debía verse importante en cuanto a su tamaño, y la imagen renderizada de una torre de ajedrez a las orillas del agua.
Aquí, y gracias a mis conocimientos de un lenguaje de programación de modelados 3D llamado POV-Ray, que muchos consideran anticuado pero que a mí sigue dándome satisfacciones por lo que puedo conseguir a partir de la escritura de su código, decidí que esta tapa también sería un render. Y enseguida recordé un par de trabajos que, si bien muy distintos, ya contenían elementos importantes dentro de lo que quería usar. Por un lado, una imagen que se llamó "Dirigibles" y que nunca había usado, que ya contaba con el ambiente que quería poner en la tapa, dados sus colores. Por el otro, la escena de una partida de dominó que ya he posteado en este blog. El dominó aportaría el 5-0 que necesitaba para representar los 50 y que, a suerte de monolito, podía plantar en medio de la escena y generar así una imagen que, por contrastes y tamaños, fuese al menos surrealista. Para aumentar ese grado de maravilla, transformé los cinco círculos del dominó en cuevas que se adentran de él y, en uno de ellos, una cascada. Completa la imagen alguien bajando desde la cima del dominolito, a rapel, tal vez con intenciones de escapar de esos dirigibles que asechan como tiburones.

Tras colocar los títulos y los textos correspondientes, la tapa quedó así:

Ahora sólo resta esperar a que los ejemplares sean impresos y distribuidos para que llegue a mis manos y ver qué tal quedó en papel.

domingo, 3 de octubre de 2010

Un homenaje a Caloi

Hacemos mucho tiempo, cuando tuve que decidir un modelo para la tira, en cuanto al formato de la misma tomé como modelo a Clemente, de Caloi, porque me pareció que la proporción entre el ancho y el alto era el que más se ajustaba a lo que quería hacer. Por otro lado, Clemente me ofrecía el tipo de tira que pensaba hacer en aquel momento, y si bien luego fue cambiando a una larga aventura (o desventura, según como se vea) que ahora ya está llegando a su cierre, de él tomé un par de cosas, al igual que de Diógenes y el Linyera y de Inodoro Pereyra, de quienes tomé la idea del acompañante.

Y ya era hora de agregar un homenaje al gran Comedor de Aceitunas. Así que, con ustedes, la nave que llevará al Enca, por fin, a su destino.

Volviendo a Clemente y a Caloi, una cosa linda e interesante de ver es la secuencia de creación de una tira... algo completamente distinto a lo que hago yo (que algún día voy a poner la secuencia de creación de una tira del Enca). Vayan y vean si no tengo razón.

sábado, 11 de septiembre de 2010

Pamplona en San José 05

Hace un tiempito les comenté que el (para nosotros) mítico bar de San José 05 (San José y Rivadavia, de esta Ciudad Autónoma de Buenos Aires) estaba cerrado y en obras.
Nuevamente hoy (y por la misma causa: acompañar a mi hijo a comprar cosas para su clarinete) volví a pasar por la esquina y me encontré con la buena nueva de que ya funciona allí un nuevo local de comidas (llamado "Pamplona"; mi gran sagacidad me dice, no sé por qué, que seguramente harán allí comidas españolas). El interior ha sido remozado por completo (no tuve oportunidad de entrar, pero prometo fotos de su nuevo interior en un futuro próximo), y al cambiar de lugar el mostrador y el acceso a la cocina ahora es más ancho y menos largo. La verdad es que se lo ve bonito.
Insisto en que deberíamos, alguna vez, hacer algo y poner allí una placa en recuerdo del CACyF y todo lo que hemos pensado y vivido allí dentro.

viernes, 10 de septiembre de 2010

Lo primero es la familia

Hagamos un pequeño ejercicio.
Imaginemos, aunque sea por un rato, que en vez de dos sexos existe uno solo, pero con dos estados: uno receptor, vaginal y preñable, y otro dador. fálico e inseminante. El sexo de los individuos de esta especie cambia cuando durante el coito el falo se desprende del organismo portador para prenderse en el otro. No es algo que se me haya ocurrido a mí, sino al escritor australiano Greg Egan, y pueden leer las implicancias de la existencia de este puente en su novela corta Oceánico. Entonces, ser madre o padre biológico pasa a ser algo circunstancial, pues en un matrimonio con dos niños probablemente cada uno habrá sido madre de uno y padre del otro. ¿Hace eso alguna diferencia? ¿Qué diferencia al padre de la madre, entonces, si ambos pueden cumplir biológicamente los dos roles?
Hay otros ejemplos de sexualidades diferentes que me vienen vagamente a la memoria, pero no quiero desviarme de la idea inicial porque ésta me sirve para hablar (por fin) de algo que hace poco tiempo estuvo, como se dice ahora, instalado en los medios.
Sí, por supuesto: hablo de la discusión sobre si debe o no existir el matrimonio para parejas del mismo sexo.
Después de mucho leer y pensar, una vez que la ley está en marcha, a pesar de los berrinches de algunos grupos, incluso funcionarios que deberían hacer buen uso de su empleo y no esquivar el bulto (¿cómo que no van a casar porque la ley no les cae simpática?) quisiera remarcar algunas cosas que pienso y no quiero que se evaporen de mi mente para siempre sin expresarlas.
Yo creo que nos equivocamos de cabo a rabo cuando decimos que es lo mismo un matrimonio con miembros de ambos sexos que otro con ambos miembros de un mismo sexo. Ojo, distinto no quiero decir ni mejor ni peor, una puerta no es una ventana, por más que quiera, pero eso no está mal. De hecho, creo que hay que tener mucho huevo para casarse tal como se supone que no indica la naturaleza. Que un nene y una nena se casen entra en lo convencional, si jugamos a ello desde chiquitos, y muchas parejas fallan por encarar esta etapa de sus vidas sin la madurez, el compromiso y/o el amor necesarios. Y sobre esto último, he leido cosas que a esta altura considero almenos anticuadas, como que la mujer debe permanecer en la casa criando a los hijos y cuidando a los enfermos porque vive para alguien mientras el hombre debe crear e investigar, trae la comida a la casa pues vive para algo. Curioso, porque quien lo dice es una mujer que tuvo la oportunidad de estudiar y ser profesional.
Lo cierto, para mí, es que en la actualidad la familia clásica ya es una especie de dinosaurio famélico. Las familias se transforman, y si bien una gran mayoría mantiene la vieja costumbre de que exista una mamá junto a un papá. existe otra parte que desea dos mamán o dos papás... y seguramente puede haber otras configuraciones, con más variación de género y de número.
La familia es el núcleo de nuestra sociedad: en ella nacen y crecen nuestros hijos, se desarrollan y adquieren pautas de comunicación y de intercambio, marcan territorio y dan y reciben afecto.
Pero no siempre. Muchos matrimonios fracasan, fallan (a veces por cumplir con el mandato natural) y las culpas las terminan pagando los hijos. Otros matrimonios fallan pero no por las desaveniencias entre los miembros de la pareja, sino por factores externos, como el económico y laboral. Como padre, paso muchísimas horas por semana fuera de mi hogar, y el hueco que crea eso entre mis hijos y yo no hay qué lo llene. ¿Es por falta de amor? No, al contrario.
Creo que el tema está lejos de agotarse con esta ley de matrimonios y en especial (y como muchos remarcaron) avanzar con una ley de adopción que sea seria y elimine todos los obstáculos que hoy permiten un gran negocio en perjuicio de esos menores que se dice defender. Pienso que debemos seguir imaginando alternativas que satisfagan mejor la estructura base de nuestra sociedad y en especial proteja y potencie a sus menores.
Porque nos guste o no, lo primero es la familia.

sábado, 28 de agosto de 2010

Final

Se va acercando el final.

¿Cuántos años acompañado por este muchacho que, al menos por FaceBook, consigue imponer su propia voz por sobre la mía?
No, no estoy loco. O no demasiado. Hay personajes que toman carnadura y vida propia, y creo que este es uno de esos casos. ¿Cómo no va a decir lo que le parece, aún contradiciéndome?
No recuerdo exactamente cuándo fue la primera vez que hizo lo que quiso. Calculo que fue la primera vez que se "murió". Ahí nomás, cuando dije "listo, ya está", consiguió que alguien lo sacara del incordio. De ahí en adelante fue imponiendo cada vez más su propia idea de lo que había que hacer. Encarrilándolo todo. Incluso, y a causa de algo que me parecía completamente negativo (cambiar mi lugar de trabajo y desplazarme hacia la otra punta de la ciudad) hizo que me hiciera de tiempo para tomar lápiz y un cuaderno y así dibujar durante el viaje.
Sí, las cosas, de alguna forma u otra, se encarrilan, y ahora estamos llegando al final. Cuando veo el cuaderno y noto que quedan tan pocas tiras para hacer, por más que lo pienso me parece increíble. Y si veo la larga, larguísima secuencia de tiras, veo a los cuadritos como algo que estuvo siempre, como si no hubiese habido un sacrificio para hacerlos (y claro que lo hubo, horas de sueño robadas, salidas y momentos postergados, ¡tantas cosas!). Y si se quiere, hasta podría verse un paralelo entre nosotros, que después de todo somos los mismos, uno el alter ego del otro, por más que yo parezca menos dibujado que él.

Restan unas hojitas, nomás, para que esto termine.

¿Eh? ¿Que si se termina El Encarrilador? ¡No, qué va! Lo que se termina es el cuaderno. Enca, espero, habrá por largo rato.

Pero no den nada por seguro. Esto ya es como decían los geniales Les Luthiers de "La Indomable": la tira se seguirá haciendo... si ella quiere.

viernes, 6 de agosto de 2010

Dos versiones

Si bien no inventé la pólvora, la forma de hacer la tira es bastante técnica (aunque a la vez artesanal) y define muchísimo la forma en la que se ve y el tiempo que me lleva. Hace algún tiempo estoy probando alternativas para la generación de El Encarrilador, en especial probando qué puedo hacer con mi tableta Genius.
Hoy, y aún contando con los bocetos que hago principalmente mientras viajo, cada vez que debo hacer una tira parto de lo generado en un programa de dibujo vectorial (Corel), lo exporto parte por parte y luego de importarlo desde PhotoShop rearmo el rompecabezas y aplico los filtros y efectos que crea necesarios; puedo (y lo he hecho) mezclar con otras cosas, como paisajes 3D o alguna otra cosa que considere conveniente. Pero nunca trabajé sobre lo escaneado, y ahora que tengo mi tabletita, quiero probar qué onda.
Hace un tiempito publiqué aquí mismo una pequeña imagen sobre lo escaneado de mi cuaderno. Hoy, que la tira definitiva fue publicada, les muestro en paralelo los dos estilos.
Ambos resultados me gustan, y definitivamente hacer la tira con la tableta y pintando el escaneado, además de exigirme un cambio drástico en el dibujo (ya no podría hacerla viajando o debería retocar mucho las tiras) cambiaría mucho cómo se ven las tiras.
Pero resulta que sólo me quedan 22 tiras de esta larga saga, y se acerca el momento de tomar decisiones: cambiar la forma de hacer las tiras, cambiar su tamaño, abandonar el diseño de "comic strip" y elegir otro...
Habrá más información para este boletín.