jueves, 13 de marzo de 2008

Un sabueso nostálgico

Sigo buscando a los culpables de la teórica muerte de la Ciencia Ficción. Hoy quiero pensar un poquito en cuáles son las causas por las que un libro de Fantasía es más rentable que uno de Ciencia Ficción. (Sí, ¡que feo suena!)

Ale Alonso me recordó que Isaac Asimov decía algo así como:
"Comenzamos a hablar de Ciencia Ficción cuando las consecuencia de los cambios que sacuden a nuestras sociedades empiezan a notarse en períodos tan o más cortos que la vida de una persona."
Es cierto. Me falta sólo un puñado de días para ganarme el cuatro que me acompañará una década, y el mundo de mi infancia es algo tan lejano y distinto que, si en ese momento pudiera imaginar este presente, me resultaría de ciencia ficción. Máxime cuando el niño de mi pasado se imaginaba biólogo marino (secretamente exobiólogo, ahora lo sé), y hoy ya hace más de veinte años que soy informático, un oficio que entonces, de existir, era muy distinto. Además, recuerdo una niñez con bancos en las veredas, vecino con vecino, charlando en al tranquilidad de la tarde, porque había tiempo para eso. Había tiempo para compartir porque el tiempo, parece, corría distinto.
Hoy, ese mundo no existe más. El futuro llegó y pasó hace rato, cada vez nos sorprenden menos esos gadgets que sólo cumplen si pueden ser considerados artículos de venta masiva y, a su vez como no nos sorprenden ya los incorporamos como algo normal, pues puede ser que nos ayuden a mantener cierto estándar de vida, pero muy pocas veces nos ayudan a estar menos tristes.

Resumiendo, cada vez los sueños están más ausentes en el imaginario de las personas.

¿Será esto? ¿Será que necesitamos sueños que el homo habilis no puede satisfacer, pero que sí puede cumplir el homo magicus? ¿O será, realmente, que como cada vez estamos más embrutecidos simplemente buscamos la evasión?

Dejo para otro día un tema paralelo: ¿Es realmente tonta la Fantasía? ¿Es realmente inteligente la Ciencia Ficción?

martes, 11 de marzo de 2008

Calesita

Ciclos. La vida de una persona está llena de ciclos. Algunos que se abren, otros que se cierran; unos pocos que se repiten una y otra vez, vuelta tras vuelta, como en una calesita. Estos últimos se vuelven previsibles: a la tercera vuelta uno ya sabe que detrás del avioncito amarillo (que, pobre, nunca despega) viene el caballito azul, ése que con la mirada fija hacia delante se empeña en subir y bajar aferrado a un caño, siempre con los mismos vaivenes, siempre perseguido por el barquito que todo el tiempo surca la misma huella en un agua que no existe.
Estos ciclos previsibles tienen la virtud y a la vez el defecto de brindarnos la seguridad de lo ya conocido. Más allá de que el caballito suba o baje, siempre sabemos qué nos depara tras el horizonte, y aunque a veces nos empeñemos en imaginar una frontera distinta a la anterior, el caballito, el avión y el barquito nos acercan siempre a los mismos destinos, y eso, internamente, ya lo sabemos. Es verdad que giro tras giro nos vamos haciendo más duchos, y ya no le llevamos tanto el apunte al amoroso consejo del “agarrate fuerte” y empezamos a buscar con más manos esa sortija que alguna vez tendrá que tocarnos. Pero, ¿qué buscamos, entonces? ¿Queremos, simplemente, otra vuelta más, otro giro tranquilo y sin sorpresas emboscándonos tras la primera curva? ¿Por qué perseguimos la sortija con el firme propósito de permanecer igual que siempre?
Y así, tranquilos y confiados, nos vamos haciendo prisioneros de esta calesita que nos envuelve y envuelve, engañándonos a nosotros mismos, creyéndonos que todo puede seguir igual aunque, tal como el río nunca es el mismo río, cada vuelta es distinta a la anterior porque nosotros ya no somos los mismos.
A veces, sólo a veces, nos damos cuenta de que lo mejor es bajarnos de la calesita. No es fácil dejar la seguridad de la rueda para adentrarse en terrenos desconocidos.
Pero hay que hacerlo.

domingo, 17 de febrero de 2008

Orbitando Axxón


Hace una semana estuvimos de estreno con el rescate de El Regreso de Osiris. Hoy arrancamos, públicamente, con la emisión de Planeta Axxón.
Esta nueva idea permite conocer las opiniones y vivencias de un montón de personas cercanas de alguna manera a la revista y/o al sitio.
El planeta fue idea de Juanjo Conti e implementada por él junto a Eduardo Carletti y a mí, que simplemente aporté la estética.
Hay de todo y para muchos gustos, con actualización cada pocos minutos. Espero que esta idea les guste tanto como las anteriores.

viernes, 15 de febrero de 2008

Fabricando sueños


Ale Alonso y yo hemos sufrido la agradable sorpresa: nuestro Borgeano (publicado originalmente en Artifex tercera época #4) fue seleccionado para integrar la antología "Fabricantes de Sueños", editada por la Asociación Española de Fantasía, Ciencia Ficción y Terror.
No sólo nos ha causado mucho placer escribirlo, sino que además nos sigue dando satisfacciones.
Tanto nos gustó que, apostando por él, lo hicimos traducir al inglés. En algún momento lo enviaremos a algún lado e intentaremos su publicación en el mercado angloparlante.
Quién dice, en una de esas...
Tampoco descartamos volver a escribir juntos en ese universo, que es propiedad de Ale. Actualmente, atacado repentinamente por la musa, estoy escribiendo algunas cosas. Entre ellas hay el comienzo de una precuela para este universo tan interesante.

domingo, 10 de febrero de 2008

Osiris vuelve

Mi amigo Sebastián Masana es un tipo un poco peculiar. No suele hablar mucho de sus proyectos mientras los mismos se están gestando, pero después se despacha con que tiene casi escrito un libro sobre su padre (ahora eso es pasado: "Gerardo Masana y la fundación de Les Luthiers" es hace rato un éxito); con que va a viajar a España a causa de la presentación del libro y de los cuarenta años de Les Luthiers y que aprovechará para conocer a Albert Sánchez Piñol, autor de "La piel fría" y "Pandora en el Congo". También te sorprende cuando habla de sus otros proyectos: que tiene pensado hacer cine, que está armando un documental...
Y ahora se despacha con el rescate de "El regreso de Osiris", rescate en el cual los que hacemos Axxón tenemos el enorme agrado de colaborar. Se trata de una historieta argentina de ciencia-ficción (fantaciencia según su autor, Alberto Contreras) que se publicó en el diario Clarín entre el 1 de julio de 1973 y el 12 de febrero de 1979, cuando fue interrumpida debido al fallecimiento de su autor.
Ahora, esta tira vuelve a publicarse diariamente en el sitio de Axxón.
Así, ahora hay una razón más para anotarse el enlace (si aún no lo tienen) y enterarse, a diario, qué era lo que imaginaba este autor hace ya casi treinta y cinco años.
Tenemos cinco años y medio para conseguirlo.

sábado, 2 de febrero de 2008

¡Febrero!

Parece mentira.
Hace unos días, nomás, me estaba preparando para las fiestas, el nuevo año, las próximas vacaciones.
Todo eso ya pasó. Ahora estoy preparando (junto a Edu Carletti) el número de febrero de Axxón, las vacaciones son sólo un recuerdo cada vez más fugaz y lejano y de todas esas salidas al aire libre que pensaba hacer durante mis vacaciones no hice ni una.
La ola de calor que azotó Buenos Aires en este primer mes del año influyó mucho. No había ganas de salir de casa, no sin un destino certero, y lamentablemente cualquier lugar para vacacionar estaba a unos buenos dinerillos de distancia, porque en casa somos muchos y no contamos con transporte propio, que aunque sea un gasto extra permite que uno decida cosas sobre la marcha.
Pero por otro lado fue muy bueno, porque aproveché para retomar algunas cosas que tenía colgadas, pude pasar algo de tiempo con la familia (a quienes prácticamente no veré apenas empiecen las clases), junté algunas ideas para el Enca planteando un par de arcos argumentales y leí muchos, muchos, muchos cuentos, intercambié mensajes con autores, y pensé bastante sobre lo que hice el año pasado y cómo quiero encarar éste, que recién comienza y ya está 1/12 gastado.
Una de las cosas que quiero es reactivar este canal de comunicación. Estuve paseando por ahí y vi varios ejemplos de lo bien que pueden funcionar los blogs si se los mima lo suficiente.
Así que, tomando fuerzas, veremos qué nos depara lo que queda de este bisiesto 2008.
Esperemos que sea bueno para todos.

martes, 25 de diciembre de 2007

Diez millones de Axxones

El sábado por la mañana de Argentina, exactamente a las 10:09, la portada de Axxón alcanzó los diez millones de visitas. Eso a nivel oficial y medidas desde el 4 de enero de 2001, ya que en realidad son bastante más. No parece un número tan grande (¿o si?), pero alcanzaría, tal vez, saber que sólo durante este año van casi 4 millones setecientas mil visitas, lo cual es interesante en cuanto a proyecciones.
Alcanza con ver también que durante este mes, muy flojo debido a las fiestas y a las vacaciones, habrá apenas algo más de 300.000 visitas, las que sobran para duplicar las visitas de los primeros dos años, sumados.
Pero lo realmente importante pasa por otro lado: recibimos la visita de muchos amigos, con el broche de oro de la publicación de una novela corta de H. G. Oesterheld, jamás vuelta a publicar desde 1957.
Y el afecto recibido de los lectores, claro, sin los cuales el esfuerzo de hacer Axxón no tendría sentido.
Vaya a ellos, y a todos los escritores que siguen confiando en nosotros, nuestro más caluroso aplauso y agradecimiento.